domingo, 30 de agosto de 2009

Lac de Montoliu (Val d'Aran)

Excursión corta y al alcance de todos los públicos que permite conocer el Maubèrme, pico dominante de la aisladas montañas del norte de la Val d'Aran. Tenemos que ir hasta Bagergue, y desde allí seguir por la pista que lleva a la Borda dera Lana. Un poco antes de llegar cogeremos el desvío hacia las minas de Liat. Este tramo de pista (unos 7 km.) asciende de manera vertiginosa por encima del cauce del río Unhola, y no es nada aconsejable si no vamos en un 4x4. Dejamos el coche cerca del poste indicador del GR-211 que encontramos pasada la cabaña del Calhaus. El sendero comienza a ascender a la derecha, y luego vira a la izquierda ya de manera más suave. Nos llevará una hora escasa llegar al Lago de Montoliu (2.380m.), remontando un desnivel de poco más de 300 m. Desde allí, quien quiera seguir andando tiene un buen número de opciones: subir al Tuc de Maubèrme, conocer las vecinas minas abandonadas o remontar la Colhada Nera, con unas vistas espectaculares que incluyen el macizo de las Maladetas.

Excursió curta i a l'abast de tothom que ens permet conèixer el Maubèrme, el cim dominant de les aïllades muntanyes del nord de la Vall d'Aran. Hem d'anar fins a Baguergue i continuar per la pista que porta a la Borda dera Lana. Una mica abans d'arribar agafem el desviament que surt a la dreta cap a les Mines de Liat. Aquest tram de pista (uns 7 km.), s'enfila de manera vertiginosa per sobre del llit del riu Unhola, i no és gens aconsellable si no anem en un vehicle 4x4. Deixem el cotxe prop del senyal indicador del GR-211 que trobarem passada la Cabana des Calhaus. El sender puja cap a la dreta, i després tomba a l'esquerra amb un ascens més suau. El camí fins al Lac de Montoliu (2.380m.) no arriba a una hora, ens durà uns 50 minuts, amb un desnivell total de poc més de 300 m. Un cop allà, no falten les opcions per a aquells que vulguin seguir caminant: pujar el Maubèrme, visitar les mines veïnes abandonades o remuntar la Colhada Nera, que ens ofereix unes vistes espectaculars en totes dels direccions, amb el massís de la Maladeta al darrere.

martes, 25 de agosto de 2009

Dormir a la muntanya


Ara que encara queden uns quants mesos abans de que quedi tot cobert de neu s'ha d'aprofitar per passar alguna nit acampat a la muntanya. Aquestes són algunes de les nostres opcions preferides:

Ibón de Turmo, als peus del Posets, segon cim dels Pirineus.

Estanh Nere deth Forcalh, a la Vall d'Aran.

Al costat del refugi de Góriz, de camí al cim del Monte Perdido.

Als peus dels Infiernos (foto), amb el Midi d'Ossau retallat a l'horitzó.

Zones d'acampada de la Selva d'Irati.

Laguna de Majalaescoba, a Gredos.

lunes, 24 de agosto de 2009

Picos del Infierno


Maladeta, Tempestades, Infierno...Hay montañas cuyos nombres no auguran nada bueno. No es el caso de los Picos del Infierno. Su ascensión en verano no presenta grandes dificultades, aunque no es aconsejable para montañeros inexpertos. Nos enfrentaremos a muchas trepadas, el terreno está muy descompuesto y las personas con vértigo pueden pasar un mal rato. Hay diversos pasos aéreos y por ese motivo, no es aconsejable ir demasiado cargado.
Salimos del refugio Casa de Piedra, en Baños de Panticosa, a 1.630 metros de altitud. Detrás y a la derecha del refugio encontraremos enseguida señales del GR-11 que nos llevarán en ascenso constante acompañando las aguas del río Caldarés. La cuesta más empinada es la llamada subida del Fraile, que nos conduce hasta el Embalse de Bachimaña Bajo, donde se levanta el nuevo refugio de Bachimaña. La senda deja el embalse a la derecha y sigue ascendiendo. Bordeamos también en altura el ibón superior de Bachimaña, y ya en dirección oeste, nos acercamos a los impresionantes Ibones Azules. En sus aguas se reflejan los Infiernos, ofreciéndonos un espectáculo único (foto). En el collado del Infierno (2.721m.,4 h. aprox. desde Panticosa) abandonamos las huellas del GR-11, que se dirige hacia el collado de Piedrafita bordeando el ibón de Tebarrai, uno de los más bonitos del Pirineo. Para ascender hacia los Infiernos deberemos seguir los hitos que salen a nuestra izquierda. En este tramo tendremos que utilizar la manos en algunas trepadas. En 30-45 min. llegamos al Garmo Blanco, que no llega a los tres mil metros. Hasta la cumbre del Infierno Occidental o Norte nos espera la parte de la ascensión que puede resultar más complicada. Algunos prefieren descender hasta la veta blanca de mármol que veremos más abajo y subir por allí. Otros cruzan por la cresta, aunque la caída a ambos lados nos hará disuadir si tenemos algo de vértigo. Lo más aconsejable, a nuestro entender, es progresar a la derecha de la cresta y por encima de la veta de mármol. Hay que seguir hacia el pequeño collado que tenemos delante, y una vez superado, giramos a la izquierda y con alguna trepada llegamos a la cumbre del Infierno Occidental (3.073m.). Para ir desde este punto hasta el Infierno Central y más elevado (3.083m.) cruzamos la mítica Marmolera. A pesar de su fama, y de los abismos que se abren a los dos lados, el paso es lo suficientemente ancho y el terreno es firme. La roca blanca permite un fácil agarre, no como las piedra descompuesta de pizarra rojiza que sufrimos en la práctica totalidad del recorrido. Para llegar hasta el último Infierno, el Oriental o Sur (3.076m.), sólo tenemos que descender un pequeño collado para remontar después con alguna trepada. Desde el Cuello del Infierno, culminar los tres picos nos puede llevar 1h 30min.-2h. Dependerá mucho de la velocidad que queramos imprimir a nuestro recorrido, ya que lo habitual es detenerse en cada cima.
La vista desde los Infiernos es absolutamente espectacular. Podremos distinguir el Vignemale, el Balaitús o el Anayet, y la caracterísitica forma del Midi D'Ossau dominando el horizonte. A nuestros pies, muy pequeño, vislumbraremos Sallent de Gállego y, más al norte, la estación de esquí de Formigal.
Si no queremos hacer el camino de vuelta por el mismo itinerario, podemos descender hacia los ibones de Pondiellos y la Basa de la Galabrosa, a los pies del Garmo Negro, y desde allí enlazar con el camino de bajada a Panticosa atravesando el cuello de Pondiellos. Para descender a los ibones de Pondiellos tenemos que situarnos en el collado que hay entre el Infierno Central y el Oriental. Encontraremos algún hito, pero hay que tener cuidado. El terreno es resbaladizo, la pendiente pronunciada y hay un riesgo importante de caída de piedras. El último tramo hasta los ibones recorre un canchal muy descompuesto que puede hacerse eterno.
Como conclusión, los Infiernos son unos picos altamente recomendables por su belleza y el por el carácter único que les otorga la Marmolera. Las vistas justifican el desnivel que tenemos que superar (1.453m.), y la ruta nos ofrece además la posibilidad de hacer tres "tresmiles" seguidos. Sin embargo, no es aconsejable para montañeros principiantes e inexpertos, o con miedo a los pasos aéreos.

   

dossarrios@gmail.com

miércoles, 19 de agosto de 2009

Preparando la ruta a los Infiernos


Juliol va ser un bon mes per a la muntanya i els viatges, però es van acabar les vacances! Ara, després de tres caps de setmana de guàrdia a Madrid, i encara que només sigui per dos dies, tornem als Pirineus!!!!!!


El plan es subir el sábado a los Infiernos desde Baños de Panticosa, y el domingo, depende de como lo veamos, subir al Garmo Negro. Como el viernes llegaremos tarde y no nos dará tiempo de acampar, la intención es dormir en el histórico refugio Casa de Piedra. Cuando se decidió reconstruir el balneario y hacer un hotel de lujo en la zona, se tomó la decisión de derruir el refugio, porque se consideró que el ambiente mochilero y montañero no quedaba bien en un entorno tan fashion. Pero llegó la crisis, las obras se paralizaron, y de momento ahí sigue el refugio, enmedio de las grúas. Mientras tanto, se sigue construyendo más arriba el refugio de Bachimaña, en los ibones del mismo nombre. Se supone que sustituirá a la Casa de Piedra. Nosostros ya subimos hasta el collado del Infierno (2.721m.) cuando hicimos el GR-11, pero no a los picos el Infierno(3.073m., 3.083m. y 3.076m.) Esta vez vamos a ser un grupo de unos ocho, una multitud! En la foto, a la izquierda, picos de los Infiernos. Caminando al lado de los Ibones Azules camino del collado del Infierno durante la Travesía Transpirenaica (GR-11).

domingo, 9 de agosto de 2009

"Bajo los cielos de Asia"


Iñaki Ochoa de Olza tenía este libro de memorias prácticamente listo para publicar cuando le sobrevino la muerte en el Annapurna. Ha tenido tanto éxito que la tirada del Diario de Navarra se ha quedado corta. En Madrid lo fuimos a buscar a Desnivel para el regalo de Sant Jordi y estaban agotados. Nos pusieron en lista de espera, y al final lo conseguimos a finales de julio. Tenían todavía a cuarenta personas pendientes de recibirlo. Es un libro muy recomendable, escrito con mucho sentimiento y que engancha hasta el final. Y las fotos, muchas del propio Iñaki, no hacen sino mejorarlo. Entre todas ellas, nos quedamos con la imagen de las huellas en la nieve, en un viaje que parece infinito y que se pierde en la niebla. Y con las palabras de Bob Dylan que la acompañan: "No, no hay nada que yo pueda desear. Sólo quiero que regreses a mí, intacto, desde el otro lado de ese océano solitario". En la foto, Marta bajando desde Peña Ezkaurre a Izaba, a los pies del valle de Belagua, donde cuenta el montañero navarro que un día de otoño, siendo un niño, salió a dar una vuelta "y resultó que allí estaban mis sueños".

lunes, 3 de agosto de 2009

La màgia de l'idioma islandès


Diuen que a Islàndia gairebé la meitat de la població creu en l'existència de trolls, elfs i altres éssers mitològics. "Huldufölk", o la gent amagada, els anomenen. Fins i tot expliquen que el traçat d'alguna carretera s'ha arribat desviar per no passar per sobre d'un grup de pedres de formes estranyes, no fos cas que es tractés d'una família de trolls. A Islàndia tot té un punt de màgia, començant per la seva llengua.


La lengua islandesa ha cambiado poco con los siglos y los habitantes de esta isla remota son capaces de entender las sagas escritas hace 900 años. La magia de un viaje a Islandia comienza con el idioma. Es un país donde los hermanos tienen diferente apellido en función de su sexo. Si Ýmir es hijo de Jón se llamará Ýmir Jónsson (hijo de Jón). Pero tiene una hermana, Helga, por ejemplo, el apellido de la niña será Jónsdóttir, Helga Jónsdóttir (hija de Jón). Una buena manera de practicar el idioma son los nombres de las múltiples e impresionantes cascadas de la isla: Gullfoss (la cascada dorada), Seljalandfoss (la cascada de la tierra que se vende), Svartifoss (la cascada negra), Hjialpfoss (la cascada de la ayuda), o Godafoss (la cascada de los dioses).

Icelandic language hasn't change much in the last centuries, and people is able to read the sagas, stories written more than nine hundred years ago. One of the curious facts about Icelandic language is that brothers and sisters don't have the same family name or surname.Ýmir, son of Jón, will be called Ýmir Jónssón (Jón's son). But if he has a sister named Helga, she'll be called Helga Jónsdóttir (Jón's daughter). A good way to practice the language is paying attention to waterfalls names. Gullfoss is the golden waterfall. Seljalandfoss, the land in sale waterfall. Svartifoss, the black cascade, Hjalpfoss, the help cascade, and Godafoss, God's waterfall.

sábado, 1 de agosto de 2009

Buscant balenes


A l'antic port de Reykjavíc ("la badia fumejant") hi ha moltes companyies de vaixells que es dediquen a l'observació de balenes. Val la pena, perquè se'n troben moltes sense haver d'anar massa mar endins. Una altra història són els frarets, els característics ocells d'Islàndia que es distingeixen pel seu bec vermell, groc i blau. Són tan petits que és difícil veure'ls bé! Ja de tornada, al mateix port hi ha diversos establiments on es pot menjar fraret, balena (amb textura de bistec) i una gran varietat de peixos. Després del fred que es passa en els vaixells, és molt recomanable la crema de marisc.


Desde el antiguo puerto de Reykjavíc ("la bahía humeante") parten muchos barcos dedicados a la observación de ballenas. Vale la pena, porque se encuentran muchas sin tener que alejarnos demasiado de la costa. Otra historia son los frailecillos, ave característica de Islandia de pico rojo, amarillo y azul. Son tan pequeñas que es difícil verlas. De regreso, en el puerto hay diversos establecimientos donde se puede comer ballena (con textura de bistec), frailecillo (pobre animal!) y una gran variedad de pescados. Después del frío del barco se agradece la crema de marisco.


Whale watching


Departing from Reykjavíc ("the smoking bay") old harbour, there are a lot of ships which go whale watching. It's worth it, because you can find a lot without getting to far from the coast.

It's not the same for the puffin, the typical Islandic bird with a colorful bill. They are so small that it's difficult to see them! Back to the harbour, you'll find different places to eat whale, puffin and different kinds of fish. Don't miss the crab soup to warm up after the sailing.