jueves, 7 de julio de 2011

El Legado Romano en "El mundo de los Pirineos"


La revista "El mundo de los Pirineos" publica en su número de julio- agosto un dossier sobre el legado romano en la cordillera. Es un reportaje que nos encargaron hace ya más de un año, y que nos llevó a recorrer los Pirineos de un extremo al otro, buscando las principales huellas de la romanización. Comenzamos en el extremo más oriental, en el Coll de Panissars, por donde entraba en Hispania la Via Domitia, que a partir de allí se llamaba Via Augusta. Los romanos no se equivocaron al elegir este paso, puesto que la autopista de La Jonquera se ha mantenido hasta nuestros días como uno de los principales accesos a la península.

Desde allí al Pirineo central, para visitar la principal ciudad romana de la cordillera, Saint-Bertrand-de-Comminges, y la vecina villa de Montmaurin. Allí descubrimos un precioso mosaico escondido tras las anodinas paredes grises de una ermita.

Nos esperaban frías noches de camping con tiempo de otoño en la cordillera. De allí cruzamos a la vertiente sur para visitar las termas de Labitolosa, en la Puebla de Castro, y el puerto de Palo, en la Selva de Oza.

De camino al extremo occidental de la cordillera hicimos noche con las ovejas en la enigmática torre de Urkulu y nos adentramos en las profundidades de la tierra en las minas de Arditurri.

Y para cerrar el viaje, que mejor que unas fiestas. En Irun asistimos a las primeras fiestas romanas organizadas por el museo Oiasso. Disfrutamos del homenaje a la diosa Isis, de las Olimpiadas y de la navegación de embarcaciones de época por el canal Dunboa. Y lo mejor, la visita al mercado romano, con un buen bar donde pudimos tomarnos cerveza y sidra romanas. Eso sí, hay que pagarlo todo con denarios. Este año podéis repetir. Las fiestas romanas de Oiasso vuelven el fin de semana del 16 y 17 de julio.